¿Te preocupan los empastes dentales? Nuestra guía exhaustiva te ofrece la tranquilidad que necesitas, explicando cada paso del proceso.

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Así que ahí estás, en la silla del dentista, y la palabra «empaste» acaba de ser mencionada. Puede que estés confundido, puede que estés un poco asustado, o quizás solo curioso. Cualquiera que sea la razón, esta guía completa te explicará todo sobre los empastes dentales.

¿Qué es un empaste dental?

Un empaste dental es un procedimiento que se realiza de forma habitual en las clínicas dentales para restaurar la función y la forma de un diente que ha sido dañado, ya sea por caries, fracturas o desgaste. En esencia, se trata de llenar una cavidad dental con un material especial que solidifica, restaurando así la integridad del diente.

Esta técnica no solo mejora la apariencia del diente afectado, sino que también previene problemas futuros, como la infección o el deterioro adicional.

¿El empaste dental duele?

Uno de los miedos más comunes asociados con los empastes dentales es el temor al dolor durante el procedimiento. Este miedo es en gran medida infundado, pero igualmente comentemos algunos datos básicos que servirán para tranquilizarte.

Primero que todo, los dentistas están allí para ayudarte, no para hacerte daño. Antes de empezar con el empaste, te pondrán una anestesia local. Así es, eso significa que la zona se adormecerá, y no deberías sentir nada. Puede que sientas un poco de presión, pero dolor, no.

Después del procedimiento, podrías tener algo de sensibilidad en el diente, y eso es completamente normal. Nada que un analgésico común no pueda manejar. También es posible que sientas la zona de la inyección un poco adolorida, pero eso también desaparecerá en unas horas.

Así que sí, puedes relajarte. La parte dolorosa es en gran medida un mito y además el dentista en nuestra clínica dental en Málaga tomará todas las precauciones necesarias para asegurar que el proceso sea lo más cómodo posible.

Empaste dental

¿Cuánto dura un empaste dental?

En términos generales, un empaste puede durar muchos años, con una vida útil que varía dependiendo de factores como el material utilizado, la ubicación del empaste en la boca y la higiene dental que llevemos.

La calidad del trabajo del dentista también juega un papel crucial. Un empaste dental bien hecho y bien cuidado puede durar una década o incluso más. El material también influye.

Algunos empastes de amalgama pueden durar hasta 15 años o más, mientras que otros, como los de resina compuesta, pueden durar alrededor de 5 a 7 años.

Por otro lado, los malos hábitos alimenticios y la falta de cuidado dental pueden acortar la vida útil del empaste.

Es esencial, por lo tanto, mantener un seguimiento regular con el dentista y seguir una rutina de cuidado dental adecuada para asegurar que el empaste permanezca en óptimas condiciones durante mucho tiempo.

Tipos de empastes dentales

El mundo de los empastes dentales es más variado de lo que muchos pueden pensar. Existen diferentes tipos de materiales y técnicas que pueden utilizarse, y la elección entre ellos puede depender de diversos factores como la ubicación del diente, las preferencias estéticas y el coste.

Los empastes de amalgama, por ejemplo, son conocidos por su resistencia y durabilidad, pero su color plateado puede no ser del gusto de muchos. Están hechos con una mezcla de metales, y son los típicos que le habrás visto a tus abuelos.

Por otro lado, los empastes de resina compuesta, que coinciden con el color de los dientes. Son estéticos y tienen una apariencia muy natural, pero quizás no son tan duraderos como los de amalgama.

Ahora, si estás buscando algo realmente fuerte y llamativo, podrías considerar empastes de oro. Sí, has leído bien, oro. Son muy duraderos, y muchos los encuentran atractivos, pero son los más caros.

Y no olvidemos los empastes de cerámica. Estos son conocidos por su estética y resistencia a las manchas, aunque pueden ser más frágiles que otros tipos. Pero si te preocupa la apariencia, podrían ser una buena opción.

Empaste dental paso a paso

La idea de un empaste dental puede resultar menos intimidante si entendemos el procedimiento paso a paso.

Todo comienza con una consulta con el dentista, quien evaluará la necesidad de un empaste y comentará contigo las distintas opciones disponibles.

En la preparación, el dentista administrará una anestesia local para adormecer el área alrededor del diente, luego se eliminará cualquier tejido dental dañado o cariado usando herramientas especializadas.

A continuación, el área será cuidadosamente limpiada para asegurar que no queden bacterias o restos antes de colocar el empaste.

Luego, se seleccionará y aplicará el material de empaste apropiado, moldeándolo para que coincida con la forma natural del diente. Algunos materiales de empaste requieren ser endurecidos con una luz especial, seguidos por un pulido para asegurar que la superficie sea suave y cómoda. ¡Y con esto ya estaría el empaste colocado!

Cuidados posteriores del empaste dental

Después de poner un empaste dental, la atención y el cuidado posteriores son esenciales.

Como experimentar sensibilidad en el diente empastado es algo normal, el dentista probablemente te recomendará que uses un dentífrico para dientes sensibles, además de evitar alimentos muy calientes o fríos.

Por supuesto una buena higiene es necesaria, incluyendo cepillado, uso de hilo dental y enjuague bucal, así como evitar alimentos duros o pegajosos durante los primeros días.

Finalmente, no dudes en visitar a tu dentista de forma regular para que revise el empaste, lo mismo si notas algún otro tipo de problema con él como dolor continuo o fractura.

Siguiendo estos pequeños consejos, conseguirás que tu empaste dure mucho tiempo intacto.

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