Encías retraídas: causas más comunes y cómo prevenirlo

Imagina que estás cepillándote los dientes y notas algo diferente en ellos: parecen más largos y tus encías más bajas de lo normal. Pues bien, aunque este hecho pudiese parecer una mera cuestión estética, en la mayoría de las ocasiones estaríamos ante primer signo de encías retraídas, un problema dental que necesita atención en una clínica dental. Veamos por qué:

¿Qué son las encías retraídas?

La retracción de las encías, también conocida como recesión gingival, es un proceso en el cual el tejido gingival que rodea los dientes se retrae o se desgasta, exponiendo más de la superficie del diente o incluso la raíz. Este fenómeno suele desarrollarse gradualmente, pasando inadvertido en sus etapas iniciales.

Una encía sana se adhiere firmemente al diente, protegiéndolo de bacterias y traumas. En cambio, una encía retraída deja desprotegida una parte significativa del diente, lo que lleva a sensibilidad dental, mayor riesgo de caries y otros problemas dentales.

Visualmente, las encías retraídas se caracterizan por hacer que los dientes se vean más largos de lo normal. Además, pueden formar espacios o bolsas entre el diente y la encía, donde se acumulan restos de alimentos y bacterias. A diferencia de las encías sanas, que tienen un color rosa pálido y un borde bien definido junto al diente, las encías retraídas muestran una transición más abrupta entre el diente y la encía, y en algunos casos, pueden verse inflamadas o enrojecidas.

Es esencial reconocer y tratar la retracción de las encías a tiempo, ya que una vez que el tejido gingival se ha perdido, no se regenera naturalmente.

Principales causas de las encías retraídas

Las encías retraídas son el resultado de varios factores, y a menudo es una combinación de causas la que lleva a este problema. Estas serían las más habituales:

1. Cepillado dental inadecuado:

Sorprendentemente, tanto un cepillado demasiado agresivo como uno insuficiente pueden contribuir a la retracción de las encías. Un cepillado fuerte desgasta el tejido gingival y el esmalte dental, mientras que un cepillado ineficiente permite la acumulación de placa, que hace inflamar las encías y provocar su retracción.

2. Enfermedad periodontal:

Esta es la causa más común de retracción de encías. Las enfermedades periodontales, como la gingivitis y la periodontitis, son infecciones causadas por bacterias que se acumulan en los dientes y las encías. Si no se tratan, pueden destruir el tejido gingival y el hueso que sostiene los dientes, llevando a la retracción de las encías.

3. Genética

Algunas personas son más susceptibles a las enfermedades de las encías, independientemente de lo bien que cuiden su higiene bucal. Estudios indican que la predisposición genética juega un papel importante en la susceptibilidad a la enfermedad periodontal.

4. Hábitos de mordida y alineación dental:

La forma en que los dientes se cierran y la alineación dental, pueden poner presión adicional sobre las encías y los huesos, acelerando el proceso de retracción.

5. Cambios hormonales:

En las mujeres, las fluctuaciones hormonales durante la pubertad, el embarazo y la menopausia hacen que las encías sean más sensibles y susceptibles a la retracción.

6. Tabaquismo

Los fumadores tienen más probabilidades de acumular placa y sarro en sus dientes, lo que conduce a la enfermedad periodontal y, en consecuencia, a la retracción de las encías.

7. Trauma dental:

Lesiones en las encías, como las causadas por accidentes deportivos o un cepillado extremadamente agresivo, también pueden llevar a la retracción de las encías. Así como el uso de piercings en la lengua u otras partes de la boca.

Consecuencias de la retracción de encías

Encías retraídas

1. Sensibilidad dental:

Una de las primeras señales de la retracción de encías es la sensibilidad dental. Al quedar expuestas las raíces de los dientes, los estímulos como el calor, el frío, o los alimentos dulces o ácidos terminan causando molestias.

2. Aumento del riesgo de caries:

La exposición de las raíces de los dientes hace que estas áreas sean más susceptibles a las caries. La raíz del diente no tiene el mismo nivel de protección de esmalte que la corona, lo que facilita la formación de caries.

3. Problemas estéticos:

Las encías retraídas pueden hacer que los dientes se vean anormalmente largos, lo cual afecta la sonrisa y la confianza en uno mismo. En casos severos, esto puede influir significativamente en la estética facial.

4. Pérdida de dientes:

En etapas avanzadas, la retracción de las encías conlleva la pérdida de soporte óseo y del tejido conectivo que sostiene los dientes en su lugar. Esto puede derivar en la movilidad y eventual pérdida de los dientes.

5. Infecciones y enfermedades más graves:

Si las bolsas entre la encía y el diente se profundizan, se acumularán bacterias que conducirán a infecciones más graves. Además, se ha sugerido que la enfermedad periodontal puede estar relacionada con condiciones de salud sistémicas, como enfermedades cardíacas y diabetes.

Tratamientos disponibles en la clínica dental

El tratamiento de las encías retraídas varía según la causa y la severidad del problema. Por eso, es necesario que un profesional evalúe cada caso para determinar cuál es el más adecuado. Estos serían los principales:

1. Manejo de la higiene bucal:

A menudo, el primer paso en el tratamiento es mejorar la higiene bucal. Esto incluye instrucciones sobre técnicas adecuadas de cepillado y uso del hilo dental, así como la posible recomendación de enjuagues bucales antimicrobianos.

2. Tratamientos no quirúrgicos:

Para casos leves, tratamientos como la limpieza profesional profunda, conocida como raspado y alisado radicular, pueden ser suficientes. Estos procedimientos eliminan la placa y el sarro acumulado debajo de la línea de las encías y alisan las raíces del diente para prevenir la acumulación futura de placa.

3. Injertos de encía:

En casos de retracción severa, se recurre a injertos de tejido gingival. Este procedimiento implica tomar tejido de otra parte de la boca (como el paladar) y trasplantarlo en el área afectada para cubrir las raíces expuestas y restaurar la línea de las encías.

4. Cirugía de colgajo:

Cuando la enfermedad periodontal ha causado bolsas profundas entre las encías y los dientes, puede ser necesario realizar una cirugía de colgajo. El dentista levantará las encías para limpiar profundamente debajo de ellas y luego suturará las encías en su lugar para reducir el espacio entre ellas y los dientes.

5. Tratamientos regenerativos:

En casos donde se ha perdido hueso y tejido de soporte, se emplearán diferentes procedimientos regenerativos. Estos implican el uso de membranas biocompatibles, injertos óseos o proteínas estimuladoras del crecimiento tisular para fomentar la regeneración del hueso y el tejido gingival.

6. Ajustes en la oclusión y ortodoncia:

Si la retracción de las encías se debe a una mala oclusión o alineación dental, se pueden recomendar ajustes oclusales o tratamientos ortodóncicos para redistribuir y equilibrar las fuerzas sobre los dientes y las encías.

En cualquier caso, hay que recordar que el tratamiento de las encías retraídas no sólo se centra en solucionar el problema actual, sino también en prevenir su recurrencia. Por lo tanto, el seguimiento regular por parte de un dentista y el mantenimiento de una buena higiene oral son esenciales para el éxito a largo plazo.

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