¿Cómo puede afectar el Bruxismo a la salud de tus dientes y a tu mandíbula? Te lo explicamos en este artículo

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El estrés no solo se refleja en tu estado de ánimo o en esas ojeras que intentas disimular cada mañana. También puede estar escondido en tu sonrisa. ¿Cómo? A través del bruxismo. Al principio, parece una nimiedad. Pero cuando empiezas a notar que tus dientes están más cortos, que cada café caliente o helado frío te hace saltar del dolor, o que tu mandíbula amanece rígida, es momento de tomar cartas en el asunto.

¿Qué es el bruxismo y por qué desgasta tus dientes?

El bruxismo, básicamente, es un hábito inconsciente que nos lleva a apretar o rechinar los dientes. No hace falta que estés despierto para que haga de las suyas. La mayoría de las veces ocurre mientras dormimos, cuando menos conscientes somos de nuestros hábitos. Apretar o rechinar los dientes no solo tensiona la mandíbula, sino que también va desgastando el esmalte dental, esa capa dura y brillante que protege nuestros dientes.

El problema es que el esmalte, aunque fuerte, no está hecho para soportar esa fricción constante. Con el tiempo, este desgaste deja al descubierto la dentina, que es más blanda y sensible. ¿Resultado? Dolor, sensibilidad, y una sonrisa que empieza a perder su forma natural.

Y no solo eso. El bruxismo también puede afectar la articulación temporomandibular (ATM), provocando dolores de cabeza, chasquidos al abrir la boca o dificultades para masticar.

¿Cómo saber si sufres de desgaste dental por bruxismo?

El bruxismo puede pasar desapercibido durante mucho tiempo, pero el cuerpo siempre envía señales. Estas son algunas de las más comunes:

Dientes más cortos o planos:

Si al mirarte al espejo notas que tus dientes están más planos o cortos de lo normal, eso no es solo cosa del tiempo. El bruxismo puede estar detrás de ese desgaste.

Sensibilidad dental:

¿Te duele cuando tomas un café caliente o una bebida fría? Cuando el esmalte se va, la dentina queda expuesta y cada sorbo puede convertirse en una pequeña tortura.

Dolores de cabeza frecuentes:

Apretar los dientes toda la noche puede tensionar los músculos del cuello y la cabeza, causando dolores que no desaparecen con una simple siesta.

Fisuras o fracturas en los dientes:

Los dientes que han perdido su esmalte son más frágiles y propensos a fisurarse o romperse, incluso con masticar algo tan simple como un trozo de pan crujiente.

Ruido al rechinar los dientes:

Puede que tú no lo escuches, pero si alguien que duerme cerca de ti te ha dicho que escucha un rechinar de dientes por la noche, es una señal clara de bruxismo.

Cansancio muscular al despertar:

Sentir la mandíbula rígida o adolorida al levantarte es el resultado de haber estado apretando los dientes mientras dormías.

¿Qué pasa si no trato el desgaste dental por bruxismo?

Si lo dejas pasar, las consecuencias pueden ser bastante molestas (por no decir caras):

Masticar será un suplicio:

Los dientes desgastados no funcionan igual. Comer puede volverse incómodo o doloroso, y adiós a disfrutar de tus comidas favoritas.

Tu sonrisa pierde su encanto:

Dientes más cortos, irregulares y hasta amarillentos (por la exposición de la dentina) pueden hacer que tu sonrisa ya no luzca como antes. Y sí, eso afecta a la confianza.

Más caries y problemas de encías:

El esmalte es como un escudo. Sin él, tus dientes están más expuestos a bacterias y, con ello, a caries y enfermedades periodontales.

Problemas en la mandíbula (ATM):

El bruxismo no sólo daña los dientes. La articulación temporomandibular también sufre, causando dolor, chasquidos y hasta bloqueos al abrir la boca.

Tus coronas y carillas también sufren:

Si ya tienes trabajo dental hecho, el bruxismo puede desgastar o incluso romper esas coronas y carillas que tanto te costaron.

Desalineación dental:

La presión constante puede mover tus dientes, afectando la alineación y creando más problemas de mordida.

¿Cómo tratamos el desgaste dental por bruxismo en Clínica Dental La Paz?

Pues dependiendo del caso, se usará uno u otro de estos tratamientos:

Férula de descarga:

El clásico que nunca falla. Es un protector dental hecho a medida que se coloca por la noche. Evita que los dientes se froten entre sí y, de paso, reduce la tensión en la mandíbula. Si quieres conocer más sobre este tratamiento te invitamos a que visites nuestro artículo en el que hablamos en profundidad sobre las férulas de descarga y todo lo que debes de saber sobre ellas.

Reconstrucción dental:

Si tus dientes han perdido su forma, podemos devolverles la vida con resinas compuestas, coronas o carillas. No solo para que se vean bien, sino para que funcionen como deben.

Tratamientos para la sensibilidad:

Si la dentina está expuesta y cada sorbo de agua fría te hace ver las estrellas, aplicamos barnices de flúor o te recomendamos pastas especiales que ayudan a proteger tus dientes.

Control del estrés:

Porque sí, el estrés es uno de los grandes culpables del bruxismo. Te podemos orientar hacia técnicas de relajación, fisioterapia mandibular o incluso terapia psicológica si es necesario.

Ortodoncia (si hace falta):

Si el problema viene de una mala alineación dental, un tratamiento de ortodoncia puede corregirlo y evitar más desgaste.

¿Se puede prevenir el desgaste dental por bruxismo?

Absolutamente. No siempre es posible evitar el bruxismo al 100%, pero hay varias cosas que puedes hacer para minimizar sus efectos.

Visita regular al dentista:

No es solo para que te digan que todo está bien. Desde nuestra experiencia como dentistas en Málaga, sabemos que las revisiones periódicas ayudan a detectar el desgaste dental antes de que sea un problema serio.

Cuida tu higiene oral:

Usar pastas con flúor y mantener una rutina de cepillado adecuada ayuda a proteger el esmalte. Si quieres informarte y conocer nuestros consejos sobre la higiene bucodental visita los artículos en nuestra página web.

Reduce el estrés:

Sabemos que no es fácil, pero encontrar actividades que te relajen, como el yoga o la meditación, puede marcar la diferencia.

Evita la cafeína antes de dormir:

La cafeína y otros estimulantes pueden aumentar la probabilidad de apretar los dientes. Intenta evitarlos en la noche.

Sé consciente durante el día:

A veces también apretamos los dientes mientras trabajamos o estamos concentrados. Ser consciente de esto y relajar la mandíbula puede ayudar.

Si crees que podrías estar sufriendo de bruxismo o has notado cambios en tus dientes, no dudes en visitarnos. La salud de tu sonrisa estará en buenas manos.

Para más información o para pedir una cita, entra en nuestra página web. ¡Estaremos encantados de ayudarte!

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