¿Primer diente a la vista? Aquí te explicamos cuándo empezar a cepillar, qué cepillo elegir y cómo hacer que tu bebé disfrute el proceso.
Cuando somos padres, queremos lo mejor para nuestros hijos en cada etapa de su vida. Nos preocupamos por su alimentación, que crezcan fuertes y sanos, que tengan la ropa adecuada y que duerman bien… Pero, ¿y qué pasa con sus dientes?
A simple vista pueda parecer que los primeros dientes no necesitan tanta atención, sin embargo, la realidad es que hay que cuidarlos igual de bien que los definitivos.
En este artículo te vamos a dar todas las claves para escoger el cepillo de dientes ideal para tu bebé y algunos trucos para que este proceso de limpieza bucal sea sencillo, seguro y, por qué no, ¡hasta divertido!
¿Por qué es importante la higiene bucal desde el primer diente?
Quizás pienses: «Pero si los dientes de leche se caen, ¿para qué limpiarlos?». Aunque los dientes de leche son temporales, su cuidado influye directamente en la salud de la boca en el futuro.
Es de sobra conocido que la higiene bucal temprana no solo protege las encías y los primeros dientes, sino que también prepara el terreno para el desarrollo saludable de las piezas permanentes. Si no se limpian de manera correcta, los restos de leche y alimentos se pueden acumular y generar placa, lo que aumenta el riesgo de caries y otras infecciones orales.
Por otro lado, los dientes de leche desempeñan un papel crucial en el desarrollo del habla y en la correcta masticación de los alimentos. Si se dañan o caen antes de tiempo debido a una higiene deficiente, el niño puede desarrollar problemas de pronunciación o incluso dificultar el crecimiento correcto de los dientes permanentes, causando desalineaciones. Así que no subestimes la importancia de cuidar esos pequeños dientes, incluso si son temporales.
Piensa en ello como una inversión a largo plazo. Si le enseñas a tu bebé desde pequeño que el cuidado de sus dientes es importante, este hábito se arraigará de forma natural y le acompañará a lo largo de su vida.
¿Cuándo empezar a usar un cepillo de dientes para bebés?
La gran pregunta es: ¿cuándo es el momento ideal para introducir el cepillo de dientes? La respuesta es más pronto de lo que te imaginas. Se recomienda comenzar a usar un cepillo de dientes tan rápido como aparezca el primer diente, que suele ser alrededor de los 6 meses de edad.
¿Por qué tan temprano? Porque incluso el primer diente es susceptible a las caries y puede beneficiarse de una limpieza regular. Y no solo eso: introducir el cepillo a una edad temprana ayuda a que el bebé se acostumbre a la sensación, haciendo que el cepillado sea parte natural de su rutina.
¿Qué hacer antes de que aparezca el primer diente?
Antes de que aparezca el primer diente, una buena idea es limpiar las encías del bebé con una gasa húmeda o un dedal de silicona después de cada toma. Esto no solo mantiene las encías limpias, sino que también elimina cualquier resto de leche que podría favorecer el crecimiento de bacterias.
Sé constante con la limpieza de encías. Dedica un momento específico del día para hacerlo, como antes de acostarlo o después de la última toma. Así, el pequeño asociará la limpieza bucal con un momento de tranquilidad y cercanía contigo.
¿Qué características debe tener un buen cepillo de dientes para bebés?
Cuando comienzas a buscar un cepillo de dientes para tu bebé, te darás cuenta de que hay muchísimas opciones en el mercado. Pero, ¿cómo saber cuál es el mejor? Aquí te dejamos algunas de las características que debería tener:
Cerdas ultrafinas y suaves
Las encías y los dientes de los bebés son extremadamente delicados. Unas cerdas suaves garantizan que la limpieza sea eficaz pero sin causar molestias. Si las cerdas son demasiado duras, podrían dañar el esmalte de los dientes en crecimiento o irritar las encías. Busca siempre aquellos cepillos que estén etiquetados como «ultrasuaves» o «para bebés».
Cabezal pequeño
El tamaño importa. Un cabezal pequeño permite alcanzar todos los rincones de la boca sin causar incomodidad. Un cabezal grande podría generar rechazo por parte del bebé o dificultar el acceso a los dientes más difíciles, como los molares.
Mango antideslizante y ergonómico
Los cepillos de dientes para bebés deben tener un mango adaptado para el agarre de los padres, pero también para las pequeñas manos del bebé. Así, el niño podrá empezar a explorar y a acostumbrarse a sostener el cepillo por sí mismo. Algunos cepillos tienen mangos redondeados que son perfectos para que los más pequeños los sujeten con facilidad.
Materiales seguros y libres de BPA
Asegúrate de que el cepillo esté fabricado con materiales no tóxicos, ya que es común que los bebés se lleven el cepillo a la boca para morderlo y calmar las molestias de la dentición. Un buen cepillo debe ser resistente, seguro y sin piezas pequeñas que puedan desprenderse.
Colores y diseños atractivos
Sí, los colores llamativos y los diseños divertidos son más que una cuestión estética. Un cepillo de dientes con una figura que le guste al niño puede hacer que el momento del cepillado sea más ameno y divertido. Busca cepillos con formas de animales o con colores que capten su atención para que lo vea como un juguete.
¿Qué cepillo de dientes usar a partir del primer año?
Cuando el bebé cumple su primer año, generalmente ya tiene varios dientes, y es momento de replantearse el tipo de cepillo.
A esta edad, los niños están más activos y curiosos, por lo que es buena idea optar por cepillos que fomenten su autonomía. Los cepillos con cabezal de goma, por ejemplo, son perfectos para aliviar las molestias de la dentición.
Y, además de los consejos que dimos en el apartado anterior, asegúrate también de que el mango sea antideslizante y con protectores de seguridad para evitar que lo introduzcan demasiado en la boca.
¿Cómo mantener en buen estado el cepillo de dientes?
Si no queremos que el bebé entre en contacto con bacterias, hay que mantener el cepillo en óptimas condiciones. Para ello, sigue los siguientes consejos:
- Límpialo después de cada uso: Enjuaga el cepillo con agua caliente para eliminar restos de pasta o comida. Después, protégelo con su funda, pero procura que no quede completamente hermético.
- Guárdalo en posición vertical: Coloca el cepillo en un soporte que permita que el aire circule y se seque rápidamente. Esto evita que se acumulen bacterias.
- Reemplázalo cada 3 meses: Al igual que los cepillos de adultos, los de los bebés también se desgastan. Si las cerdas están dobladas o desgastadas, es momento de cambiarlo.
¿Necesitas más orientación o recomendaciones sobre el cuidado dental infantil? ¡No dudes en consultarnos en Clínica Dental La Paz! Queremos ayudarte a que tu pequeño crezca con la mejor salud bucal posible.