¿Te molesta el espacio entre tus dientes? ¿Una moda o un problema? Conoce las soluciones dentales del diastema y lo que piensan otros países.
En Francia lo llaman dents du bonheur —dientes de la suerte— y lo consideran un rasgo de encanto natural. En las pasarelas de Nueva York y Londres, modelos y actrices lo exhiben con orgullo. Pero en la consulta dental de a pie, muchas personas lo viven de otra manera: como un complejo estético o incluso como un problema funcional.
Hablamos del diastema, ese espacio entre diente y diente que puede ser tanto un símbolo de estilo como una fuente de inseguridades. ¿De dónde surge realmente y qué se puede hacer si no queremos que nos acompañe toda la vida?
Entendiendo qué es un diastema
Lo acabamos de comentar en la introducción. Un diastema no es otra cosa que el espacio visible entre dos dientes que deberían estar en contacto. Puede aparecer en distintas zonas de la boca, pero suele ser más evidente —y a la vez más molesto estéticamente— cuando se da entre los incisivos centrales superiores, es decir, los dos dientes delanteros.
En niños pequeños es relativamente normal y, de hecho, muchas veces se corrige solo cuando erupcionan los colmillos definitivos. El problema viene cuando el espacio persiste en la adolescencia o en la edad adulta: en ese caso, deja de ser un simple detalle infantil para convertirse en un rasgo permanente que conviene estudiar y decidir si es necesario corregirlo.
Causas del diastema
El diastema no es fruto del azar. Siempre hay una explicación detrás.
Factores genéticos
En muchas ocasiones, el diastema se hereda. El tamaño de los dientes y de los maxilares viene determinado por la genética, y si los dientes son demasiado pequeños en relación al hueso, es más probable que aparezcan espacios.
Frenillo labial superior
Un frenillo demasiado grueso o bajo puede insertarse entre los incisivos y empujarlos hacia los lados, generando el diastema. Es una de las causas más comunes en niños y adolescentes.
Hábitos orales
Costumbres como chuparse el dedo o empujar los dientes con la lengua al tragar favorecen que los dientes se separen con el tiempo.
Problemas periodontales
La enfermedad de las encías debilita el soporte de los dientes. Cuando el hueso se reabsorbe y la encía se retrae, los dientes pueden desplazarse y crear huecos.
Pérdida de piezas dentales
La falta de un diente también genera movimientos compensatorios en los adyacentes, lo que deja espacios visibles.
Alteraciones del crecimiento
En algunos casos, el diastema se debe a una discrepancia entre el tamaño de la arcada y el de los dientes, lo que impide que encajen de manera ajustada.
El diastema como moda: de defecto a seña de identidad
Curiosamente, lo que para muchos es un complejo, en otros lugares del mundo se ha convertido en una seña de identidad.
En Francia, por ejemplo, tal y como dijimos al inicio, el diastema se ha considerado durante décadas como un rasgo sexy y natural. Modelos internacionales y actrices han contribuido a ponerlo de moda, hasta el punto de que algunas personas han pedido a sus dentistas que no lo corrijan.
En Estados Unidos ocurre algo parecido: ciertas celebridades han hecho de su diastema una marca personal, un detalle que las diferencia y las hace reconocibles (véase la cantante Madonna).
Y es que, en la moda y la publicidad, el hueco entre dientes se interpreta muchas veces como un símbolo de frescura y autenticidad.
Pero no todo el mundo lo vive igual. Para muchos pacientes en España, el diastema sigue siendo motivo de inseguridad, sobre todo cuando afecta a la sonrisa frontal. Un “defecto” que se quiere corregir a toda costa y por el que cada vez más personas acuden al dentista.
¿Debo preocuparme si tengo un diastema?
La respuesta depende de cada caso. Si el espacio es pequeño, no afecta a la función masticatoria y no genera inseguridad, puede no ser necesario tratarlo. Pero si el hueco es amplio, afecta a la mordida o provoca molestias estéticas, lo recomendable es consultar con un profesional.
Además, hay que tener en cuenta que el diastema no siempre es estático: puede aumentar con el tiempo si está relacionado con problemas periodontales o con malos hábitos orales que se mantienen a lo largo de los años.
Tratamientos más efectivos para el diastema
Hoy en día la odontología dispone de varias herramientas para cerrar o reducir los espacios dentales:
Ortodoncia
Es la solución más habitual cuando el diastema se debe a un mal alineamiento dental o a hábitos orales. Los brackets tradicionales o los alineadores transparentes (como Invisalign) permiten mover progresivamente los dientes hasta cerrar el espacio. Su ventaja es que no solo resuelven el diastema, sino que corrigen la posición global de la dentadura.
Carillas dentales
Cuando los dientes son más pequeños de lo normal, las carillas de porcelana o composite permiten aumentar ligeramente su tamaño y cerrar el espacio de forma estética. Es un tratamiento rápido, mínimamente invasivo y muy popular entre adultos que buscan resultados inmediatos.
Frenectomía
Si el problema está en un frenillo labial demasiado grueso, la solución puede ser una frenectomía, una pequeña cirugía para eliminar el exceso de tejido. Normalmente se combina con ortodoncia para cerrar el espacio una vez corregida la causa.
Coronas o puentes
En casos en los que faltan piezas dentales o hay desgaste severo, las coronas o los puentes dentales ayudan a restaurar tanto la función como la estética, eliminando los huecos.
Implantes dentales
Cuando el diastema se debe a la ausencia de un diente, la solución más estable es el implante dental, que sustituye la raíz perdida y se integra de manera natural con el resto de la dentadura.
¿Qué tratamiento es el mejor?
No existe una respuesta única. Lo importante es realizar un diagnóstico individualizado que tenga en cuenta la causa del diastema, la edad, la salud periodontal y las expectativas estéticas. En algunos casos bastará con una ortodoncia sencilla; en otros será necesaria una combinación de cirugía y tratamiento restaurador.
Lo que sí es común a todos los casos es que los resultados mejoran cuando la decisión se toma a tiempo, antes de que el espacio provoque otros problemas en la mordida o en la encía.
El papel del dentista: más allá de la estética
Aunque muchas personas consultan por motivos estéticos, el diastema no debe entenderse solo como una cuestión visual. Un espacio entre dientes puede alterar la manera en que la lengua se apoya al hablar, favorecer la acumulación de placa o incluso generar sobrecarga en piezas vecinas.
En CLÍNICA DENTAL LA PAZ consideramos fundamental abordar el diastema desde una perspectiva integral: estética, funcional y de salud a largo plazo. ¡Contacta desde aquí y cuéntanos tu caso!